8 de abril de 2012

Te odio, por quererte tanto.

Por todo lo vivido y lo que quedaría por vivir. 
Porque 2 años no son nada, y porque comprobamos más que nadie en el mundo
que después del huracán, siempre viene la calma.
Y que algo eterno, nunca acaba. 
Te quiero siempre, Pipi. 
Felices 730 noches de insomnio y tormenta, de sonrisas pacificas. 
Felices 2 eternos años.

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