21 de diciembre de 2011

Fuimos

Es la ley de la noche, extrañarte y pensar hasta donde podría aguantar, cuánto podría sentir. Ahí está el punto, ahí está el maldito punto al que quiero llegar. Superar limites, derribar alguna que otra frontera que no me deja ser, que no me deja salir de acá con algún capricho o destino en mente. De todas formas, de que me serviría caminar en busca de ello, si a mitad de cuadra volvería para atrás. Creo que me duelen los ojos de tanto mirar lo que había, de perderme en el camino, de ausentarme en esta realidad. Y así estoy hoy, perdida en una realidad difusa, mirándola de una forma que jamás creí que podría hacerlo. Pero así es, tarde o temprano, llegué. Tarde, como de costumbre... siempre tarde.
Me encuentro y revivo en los recuerdos que hoy me hacen ser quien soy, equivocada estaba cuando creía que eliminar el problema de raíz era la mejor solución, pero... se torna complicado cuando las raices estan tan aferradas a eso que algunos lo llaman corazón. Sobre todo si dejo de ser tuyo, para que ese corazón sea de alguien más.
Entre tanto moretón, entre tanta cicatriz, volví a encontrarte. Entre tanto vacío, entre tanta risa, volví a llorarte. La música muchas veces destapa agujeros que creíamos que ya estaban tapados hasta con cemento y es ahí donde aparece otra vez, let it be. Dejarte ser, la persona que alguna vez me lleno el alma.
Y así lo fue, siempre lo fue. Algo que despertaba en mí más de mil emociones juntas, insomnio noches llenas de eso, de sentir un 'algo' en la garganta, un maldito nudo después de cada pelea. Lágrimas de soledad y risas eternas. Algo efímero y algo real. Fuimos dos, fuimos uno hasta volver a convertirnos en dos personas completamente distintas, que lo único que compartían eran recuerdos de algún camino en donde se encontraron, donde se cruzaron y decidieron avanzar unos pasos juntos. Doblaste y yo misma decidí doblar, en dirección contraria a tu camino. Y acá estoy, caminando paralelamente al igual que vos, rozando algo que nos hizo llegar hasta acá. Rozando el todo, rozando la nada.
Debería retornar y ser la que algún día fui, volver a sentir algo que me haga sentir viva. Dejar de ser exactamente lo que soy hoy, algo que se mantiene sin un motor que encienda, sin aire para respirar, sin cielo para volar. Encontrarme en otros ojos y volver a sentir que estas ahí, no tener amores báratos que intenten tapar el agujero para que después un volcán estalle en mí sin sentido alguno. No detenerme en la nada, sin tomar un camino en donde sobrevivir.
Y es por eso que ahora entiendo, el orgullo de haberte sentido tanto. Haber tenido el amor tan cerca, sentirlo tan profundo y a flor de piel. Amarte, fue la solución para no caer en el pozo que yo misma decidí entrar. Me dejaste la enseñanza que vale más que todo, para no volver a vivir lo mismo, para recordarte en un día de lluvia o una noche repleta de estrellas. No olvidarte.
Que pasen los días, las noches, los años e infinitas eternidades y sigas acá, en el recuerdo.

Y que algún día.. nos encontremos al final del camino.

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