29 de junio de 2015

Pero toma distancia

Quizás podría haberlo dicho todo en una estúpida verborrea o en un momento de ansiedad. Pero no, preferí siempre el silencio, del que te quema de a poco cada vena del cerebro, cada centímetro de piel. Porque es más fácil así, un eterno retorno a un maldito centro. Donde gira y péndula el pensamiento, dónde prima la más dulce frialdad. De todas pero no de todos. Porque te sentí helado y aún así te abracé. Porque abrazarte se siente bien y tal vez ese sea el error. Sentirte bien. Cerquita de mi pecho y tu boca en mi cuello. Tal vez vernos sin mirarnos a los ojos, porque esa mirada penetrante todavía me da escalofríos. De esos fríos que te recorren el cuerpo cuándo rozan tu panza o un pie se enrieda al otro. Porque siempre fue más lindo tener los pies frios abrazados a los tuyos.
Porque siempre, cuando siempre dura unas horas y esas horas son hasta que sale el sol. Porque a la luz se pierde el misterio, porque a la luz estamos en vista de todos y yo no podría mirarte con la mirada frustrante, porque todos lo verían y pedirían que me abraces.
Que el cariño es cariño si viene de vos y que el amor, el amor es todo lo que tenes lejos. Mil pies de altura y no pies de mis pies.
Cómo pensarte cuándo amanece, porque el cielo tiene un color hermoso. Tan hermoso cómo vos y tu guitarra.
Gracias por venir a darme vuelta el mundo
Gracias por irte, quedate un pucho más pero toma distancia.

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